Ampliación del oído y espiral de sentimientos aleatorios en situaciones de violencia.
Data: 29/10/2021
Autor: Martina Catini Trombeta
El desafío de entender el sometimiento de la mujer en situaciones de violencia pasa tanto por la comprensión de los motivos que la llevan a estar en la relación, como por las personas que conviven con esa víctima.
Para desmitificar y visualizar el problema, los conceptos, a los que llamo violencia como “ensanchamiento del oído” y “espiral de sentimientos aleatorios” son esenciales, y son los que abordaré.
Imagínese una orejera, en la que el orificio nunca retrocede, y solo se ensancha, es decir, no hay posibilidad de insertar un objetivo más pequeño, nunca, simplemente retirándolo, dejando el espacio ensanchado.
Una vez mentalizada la imagen, pasemos a la analogía con la situación de violencia. Es importante que tengamos claro que la violencia siempre es progresiva y nunca disminuirá. Impedir que continúe solo tiene como solución sacar al agresor.
La esperanza de que algún día ese escenario termine hace que las mujeres expuestas a esta situación continúen en la relación. Junto a la permanencia en la relación, y lo que justifica el hecho, es algo que yo llamo una espiral de sentimientos aleatorios provocados por el agresor, a lo largo del tiempo.
Este tiempo comienza con avances estratégicos que someten tanto a la red de apoyo (es decir, familiares y amigos cercanos) a una falsa realidad de que la mujer es “culpable” y que podría actuar de otra manera para no sufrir las progresivas agresiones.
Al mismo tiempo que esta idea se inserta en la red de apoyo, aumentan las agresiones en el ámbito doméstico y familiar. Y esta mujer víctima de violencia siente una profunda culpa por no poder frenar la violencia, el sentimiento de impotencia la domina, unido a la destrucción y desmantelamiento de la red de apoyo, la cual, por diversos motivos construidos por el agresor, cree que, de hecho, la víctima podría ser diferente.
Los sentimientos de la víctima son diversos, y esto es lo que yo llamo tal espiral, esos sentimientos son aleatorios y no identificados, todo el tiempo y siempre, y la impotencia para persuadir y retratar lo que está sucediendo, hace que la agresión aumente progresivamente.
La mezcla de sentimientos y conductas que son inútiles para frenar la violencia, conducen a un ciclo con peores y peores resultados, y en ocasiones a la muerte real de la víctima, cuando el enfoque profesional no es eficiente y calificado.
El conocimiento de esta dinámica es fundamental para comprender la red de apoyo de esta víctima, y en especial de las mujeres en situación de violencia, que tienen que verse en una meta posición, para que comprendan que no existe un comportamiento “asertivo” para evitar la agresión, siendo la única solución, salir de la relación.
La culpa, el miedo y la falsa esperanza de que algo podría ser diferente los mantienen atrapados en la violencia, junto a muchos otros factores, que solo se identifican dentro de un proceso de abordaje especializado, capaz de recuperar razones profundas, comprenderlas, y luego sí, eficientemente libres. la víctima de este ciclo sin fin.
Salir de la cúpula es un proceso incisivo, tanto para la red de apoyo como para la propia víctima, y, de hecho, “no hay forma de evitarlo”. Asumamos nuestras responsabilidades, cada una con el poder de influencia y eficiencia, abordar el problema con este enfoque puede salvar muchas vidas.